A los osteópatas y quiroprácticos se suele acudir cuando se tienen dolores de cuello o espalda, ciática o algún tipo de problema muscular o esquelético. Por otro lado, los que son partidarios de estas técnicas, sostienen que también son útiles para tratar otras dolencias como dolores de cabeza, migrañas, fibromialgias o incluso el asma.
Tanto la osteopatía y la quiropráctica están fundamentadas en el masaje y la manipulación, si bien se diferencian en que utilizan técnicas y procedimientos diferentes. Lo cierto es que al igual que ocurre con otras terapias alternativas, los resultados que ofrecen la osteopatía y la quiropráctica no están avalados por estudios clínicos reales. No obstante, si tenéis intención de acudir a la consulta de alguno de estos profesionales, os recomendamos que sigáis leyendo este artículo ya que en él os mencionaremos cuatro características fundamentales que debe tener un buen profesional osteópata o quiropráctico.
Cómo detectar que nos encontramos ante un buen profesional
Lo cierto es que si estamos buscando un osteópata o quiropráctico, encontraremos que existen médicos y fisioterapeutas que tienen formación en estas disciplinas. Incluso personas que disponen de algún título al respecto procedente de algún curso o máster de especialización.
De cualquier forma hay que ser prudente a la hora de seleccionar al profesional adecuado. Estos son nuestros cuatro consejos al respecto:
- No confiar de aquellos profesionales que nos pongan pegas al preguntarle sobre su formación o sobre los títulos y diplomas que le acrediten a tal efecto. Si tenemos dudas reales, siempre podremos acudir al colegio de fisioterapeutas o al colegio de médicos donde nos podrán confirmar si la persona a la que acudimos tiene o no las titulaciones requeridas.
- Las asociaciones de referencia a las que se debe consultar o acudir en busca de información son la Asociación Española de Quiropráctica y el Registro de Osteópatas de España. Todos sus miembros tienen titulaciones que ofrecen la garantía suficiente como para confiar en su profesionalidad.
- Cuando acudamos por primera vez a la consulta, deben preguntarnos por nuestro estado de salud general, si sufrimos de alergia o tenemos alguna enfermedad, si consumimos algún tipo de medicamento, etcétera. Es posible que incluso no solicite algún tipo de prueba o informe médico para poder valorar adecuadamente nuestra dolencia. Lógicamente nos debe también examinar.
- Como pacientes, antes de dar nuestro consentimiento y someternos al tratamiento correspondiente, deberemos solicitar toda la información que consideremos pertinente sobre el mismo: en qué va consistir, cuánto va a durar, cuánto nos va a costar, cuáles son los posibles riesgos, qué podremos hacer si no se obtiene la mejora esperada, cuáles van a ser los beneficios, etcétera.
Para terminar solo indicaros que esperamos que este artículo os haya resultado interesante y de utilidad. Si alguno de vosotros ha acudido a una consulta de osteopatía o quiropráctica y quiere hacernos llegar su propia experiencia, por favor que no dude en utilizar los comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario