miércoles, 2 de diciembre de 2020

Reanimación cardiopulmonar de bebés

Una de las causas más frecuentes de fallecimiento entre los bebés menores de un año son las paradas respiratorias. Las causas de este tipo de incidencias pueden estar producidas por múltiples razones, desde un simple atragantamiento hasta un fuerte golpe, una enfermedad respiratoria aguda o la llamada muerte súbita del bebé.

Lo que sí que es cierto es que, si a un bebé se le detiene la respiración delante de nosotros, el iniciar lo antes posible la maniobra de reanimación cardiopulmonar puede resultar crucial a la hora de que el bebé continúe con vida.

Consejos para prevenir la muerte súbita

Lo cierto es que desgraciadamente hay muchas probabilidades de que la parada cardiorrespiratoria de un bebé nos pase desapercibida. Así, por ejemplo, la muerte súbita suele acaecer mientras el bebé está durmiendo. Por eso, cuando el bebé duerme es importante que éste lo haga boca arriba, en un colchón sólido y con la cabeza apartada del cabecero (simplemente se trata de acercar los pies del bebé a la parte inferior de la cuna para que sea más difícil que su cabeza termine debajo de las sábanas).

Además, la habitación debe mantenerse a una temperatura agradable, ni muy alta ni muy baja. Para taparle se deben utilizar las tradicionales sábanas y mantas, los sacos acolchados y edredones retienen más el calor y esto no es conveniente.

Técnica de reanimación cardiopulmonar de bebés

A la hora de tener que realizar la reanimación cardiopulmonar a un bebé, lo primero que debemos saber es que la técnica a aplicar es ligeramente distinta a la que se aplicaría a la hora de reanimar cardiopulmonarmente a un adulto. Veamos ahora los distintos paso:

  • Comprobar si el bebé reacciona. Basta con hablarle o pellizcarle en la tripa, el bebé debe moverse cuando menos ligeramente. Si no reacciona lo primero que debemos hacer es pedir ayuda a gritos, sobre todo si no estamos seguros de cómo realizar la maniobra de reanimación.
  • Colocar al bebé sobre una superficie sólida y firme. Cabeza y pecho deben ser fácil y cómodamente accesibles.
  • Abrir las vías respiratorias. Se trata de levantar la barbilla manteniendo la boca abierta del bebé sin llegar a presionar el cuello (ver figura 1). En caso de que el bebé tenga más de un año, deberemos inclinar con moderación su cabeza hacia atrás (salvo que la parada haya sido causada por un golpe y tengamos sospechas de una posible lesión en el cuello).
  • Iniciar las insuflaciones. En caso de que la anterior maniobra no reactive la respiración del bebé –no le oigamos respirar, ni notemos su aliento, ni veamos como su pecho sube y baja-, deberemos empezar realizado cinco insuflaciones de aire. Para ello deberemos inspirar profundamente, cubrir con nuestra boca tanto la boca como la nariz del bebé y soplar a fondo en cinco ocasiones (ver figura 2).
  • Empezar el masaje cardiaco. Si el bebé sigue sin reaccionar deberemos comenzar con el masaje cardiaco. Realizaremos treinta compresiones torácicas continuando con dos insuflaciones. Al aplicar las compresiones el pecho debe descender unos cuatro centímetros y el ritmo debe ser aproximadamente de cien compresiones por minuto (algo menos de dos por segundo).
  • Llamar al 112. Si estamos solos (en caso contrario la otra persona debe hacerlo mientras nosotros intentamos reanimar al bebé) y después de un minuto intentando reanimar al bebé, deberemos llamar al 112 y rápidamente reanudar la reanimación.

Técnicas de compresión cardiaca en bebes

A la hora de realizar las compresiones cardiacas en un bebé tenemos dos opciones:

  • La primera y más conveniente necesita la presencia de otra persona. Una debe ocuparse de las insuflaciones mientras que la segunda se encarga de las compresiones. Para esto último se coge el tórax con ambas manos y se presiona con ambos pulgares sobre el tercio inferior del esternón (ver figura 3).
  • La segunda opción se trata de deprimir dicho tercio inferior del esternón con el extremo de dos dedos, normalmente índice y corazón (ver figura 4).

Esperamos que nunca os tengáis que ver en una situación que requiera realizar la reanimación cardiopulmonar a un bebé, pero si habéis llegado hasta aquí, ya sabéis como tenéis que proceder en caso de encontraros ante una situación de este tipo.

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