Nadie pone en duda la diferencia tan evidente que existe entre un alimento natural y una comida prefabricada. Tras muchos debates, foros y demostraciones científicas, se han podido demostrar los beneficios para la salud que aporta una alimentación sana y natural y los peligros principalmente cardiovasculares que puede ocasionar una dieta basada en alimentos congelados y/o prefabricados.
Aun así, son muchas las personas que desconocen las propiedades de los alimentos. Bien es sabido que una alimentación basada en la toma de cinco porciones de fruta y verdura diarias, acompañada de una notable sustitución de la carne por la consumición de pescado, preferiblemente azul, junto con la toma de legumbres de tres veces por semana, puede ayudar a mejorar notablemente nuestro sistema circulatorio, ayudar a reducir los niveles de colesterol y estabilizar los niveles de tensión. Si nuestra valorada dieta mediterránea está acompañada de una realización de ejercicio regular, como bien puede ser caminar media hora todos los días, nuestra salud se verá beneficiada con total seguridad.