miércoles, 31 de marzo de 2021

Ventajas de los concentradores portátiles de oxígeno

El oxígeno es fundamental para la vida, y el ser humano no es ajeno a esa necesidad para vivir. Sin embargo, existen algunas patologías que obligan a las personas que las sufren a depender de un aparato que les proporcione el oxígeno que sus células necesitan para sobrevivir.

Oxígeno

La oxigenación puede llevarse a cabo mediante tres sistemas: el oxígeno líquido, el gas comprimido y el concentrador de oxígeno. Esta última opción se ha revelado como la más práctica respecto a las otras dos, porque tanto el oxígeno líquido, como el gas comprimido, requieren de un sistema de almacenaje.

Enfermedades que necesitan oxígeno

Como hemos dicho, hay personas que sufren enfermedades que les provocan tener que depender de una fuente de oxígeno adicional para sobrevivir. Estas patologías suelen ser enfermedades pulmonares crónicas, que pueden manifestar puntual o permanentemente, y cuya gravedad es tal que el paciente tiene que recibir un tratamiento de oxigenoterapia.

Otras enfermedades, como la fibrosis quística, provocan que el nivel de oxígeno transportado por la sangre sea muy bajo, porque pulmones y piel no están tomando el oxígeno necesario. Los enfermos de fibrosis quística necesitan oxígeno de manera permanente.

Mayor calidad de vida

Hasta hace unos años, los enfermos de estas patologías veían muy limitado su estilo de vida. Los sistemas de oxigenoterapia eran de un tamaño tan grande que los pacientes no podían salir a la calle, en el caso de aquellos que necesitaban oxígeno de manera permanente.

Con el tiempo, se crearon los primeros sistemas portátiles de oxígeno líquido y luego de gas comprimido. Estos sistemas disponen de un depósito en donde se debe inyectar el líquido o gas, de manera que el paciente puede salir de su casa mientras tienen oxigeno, por lo que su autonomía es limitada. Pero estos sistemas tienen esta limitación y también la necesidad de tener un tanque nodriza para almacenar el oxígeno.

La revolución de los concentradores

La técnica ha evolucionado y todas estas limitaciones se han acabado gracias a los concentradores portátiles de oxigeno. Se trata de un dispositivo que, alimentado por una batería o fuente de alimentación, toma el aire del exterior, lo filtra y le da al paciente el oxígeno necesario para su tratamiento.

El concentrador puede llevarse a todas partes y no necesita carga de oxígeno (sí necesita que la batería esté cargada) y entrega el oxígeno al paciente de forma pulsada, es decir, sólo cuando se inhala. Su precio es algo más alto que el resto de máquinas, pero hay muchas opciones para poder adquirirlos.

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